lunes, mayo 02, 2011

Sé que no lo sabes.

Ese gesto de ternura ha matado a más de uno.
Lo sé porque lo veo en tus ojos, estrellados,
lo sé porque lo oigo salir de tu boca, muda.

Y por aquella sonrisa involuntaria,
que describe tu cara, a contraluz del parabrisas,
más de uno lo ha dejado todo.

¿Cómo no quererte?
Lo sé, todo lo sé; lo que no sabes, lo sé.
¡Maldito lo que me importa!
Tus ojos rondos me cuentan otras cosas.

Sé que no lo sabes, pero yo lo sé,
que lo que no sabes, lo sé,
y lo que sabes saber,
yo lo supe hacer.

Tus ojos me dicen ternura, cariño,
y tu boca, ¡tu boca!
¡Se sonríe sin esfuerzo alguno!
Y yo te miro, fíjamente,
intentando desmentir lo que alguno osó decir:
"Todos llevamos nuestra biografía en la cara".
Pues, si ésto es cierto, tu biografía es amor.

Y regresa a mí la mente,
cordura, razón, ¡malditas sean!
si no por ellas, tú, mía serías.

Y sé que finges, que ese saltito que das,
y la manera en que tuerces la boca al encontrarme de pronto,
son productos del engaño, de un engaño del que tu misma eres víctima.

"El sonido de la noche se redujo al susurro de las olas;
aquellas olas que enterraron tu cuerpo en el olvido."


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