viernes, septiembre 17, 2010

Al pueblo pan y circo.

Vaya que es difícil escribir de estas cosas sin sonar apático, amargado o hasta "antipatriótico". En fín, mi familia está al borde de la inundación en Villahermosa, Tabasco. Sus muebles y aparatos están ya en la planta alta. En realidad lo único que hacen es esperar. ¿Y qué más pueden hacer? Veracruz ya está inundado y al parecer nadie lo sabe; es el mismo destino que le espera a Villahermosa: La desgracia en el anonimato. Lo peor es que no es la primera vez.

La naturaleza es perfecta, sigue un ciclo y todo pasa siempre por algo; con algún fin práctico. ¿Entonces porqué está pasando todo esto? Si de algo estoy seguro es de que no es su culpa, es nuestra; como especie.

Explíquenme qué ganas puedo tener de celebrar. Para nosotros, jóvenes, es una época difícil contrario a lo que se podría creer. Concientes o no, nos es difícil vivir en el mundo que nos tocó. Y no sólo nosotros; la vida es dura para la gran mayoría.

Qué mejor regalo para el pueblo que una ayuda verdadera. Sí, las luces están bonitas y la gente lo pasa bien; pero mañana todo seguirá igual. Economía, salud, seguridad, medio ambiente: elijan su agravante preferido y díganme ¿qué cambio después de la fiesta? Al pueblo pan y circo, con eso tiene.

jueves, septiembre 02, 2010

El más mínimo detalle

Eres una gran persona, no me malinterpretes. Simplemente eres diferente. Y es que me arrepiento porque nadie puede ser lo que deseo, y es obvio. Viviré inmerso en esta faceta del amor, que es la que mas amo. El ideal, no conocerte. Podría parecerte una locura, lo sé, pero si lo piensas con detenimiento tiene mucho sentido. Yo te veo, tan agradable. Te veo y te gusta pensar en la vida, te veo y eres sensible, delicada. Te preocupas por el mundo, estás consciente de nuestra situación. Sabes que la gente sufre y bajas la cabeza amargamente, impotente, sabiendo que nada puedes hacer. Te veo y eres feliz, a pesar de todo. Ríes con un gesto particular, que me fascina y me contagia de júbilo. De todos y cada uno se puede aprender algo, pero tu me enseñas cosas que difícilmente aprendería solo.

Y sin embargo no se quien eres en ti. Pero tengo muy claro lo que eres en mi. ¿Para que cambiar mi concepto, si ya eres todo lo que deseo? Quizá no sea algo tangible, pero solo con verte me alegro. Y no tienes que mirarme, ni que decirme nada. Ni sonreírme ni saludarme. El más mínimo detalle podría quebrar tu monumento de cristal. El más mínimo detalle...




jueves, julio 29, 2010

Un día...

-La vida te madura, hijo. Un día despiertas renegando del sol, y al siguiente con sus caricias; un día la lluvia te pesa en los hombros y acentúa tu mísera suerte, al siguiente te refresca y con su fluir se lleva el mal humor que antes te caracterizaba; un día el sol se oculta y te lamentas de las cosas que no te permitió concluir, otro, se oculta y desearías que el espectáculo durara para siempre; Un día...

Sin concluir su historia, el abuelo se había quedado profundamente dormido. Sólo estábamos él y yo en la casa, y ahora, un silencio fortuito y penetrante me acechaba. El abuelo me había contado esa historia del sol y la lluvia una vez al mes durante casi los 11 años de mi existencia. Siempre veía con anhelo el momento en el que se quedara dormido para ir a jugar con sus pistolas que, según él, databan de la época de la revolución, lo que dudaba considerablemente ya que en la clase de historia la maestra Hilda nos acababa de hacer repetir 150 veces (sin trampas ni escaleritas) la fecha exacta de este acontecimiento así como su principal héroe, sucede que no recuerdo ahorita el nombre, pero la fecha si, y si bien el abuelo es canoso, bigotón, aburrido, dormilón y pelón; no creo que esté taaaaan viejo.

En fin, esta vez no jugué con sus pistolas, en cambio me quedé sentado pensando un poco en la historia que tan bien conocía. Me imaginé dormido en un cuarta blanco, muy blanco, en una cama más blanca. Una señorita parecida a la que alguna vez fue mi nana me trae el desayuno a la cama en una bandeja muy bonita y abre las cortinas (blancas). Aún dormido, una sonrisa se dibuja en mi cara y poco a poco abro los ojos gentilmente. Qué bonito era este pensamiento, sin embargo la realidad es un poco distinta... Todos los días mi mamá toca escandalosamente la puerta de mi habitación alegando lo tarde que es y abre las cortinas bruscamente, sí, pensaron bien, el desayuno no está en una bandeja, está en la cocina, y yo, malhumorado por lo sucedido, bajo a comer con cara de pocos amigos.

Ahora me veo saliendo de trabajar, con un bombín, un portafolios, y un traje muy elegante. Súbitamente el cielo se nubla y comienza a caer la tormenta. Una risa me invade, incontrolable, nunca antes sentida, y aviento al infinito mi portafolios y empiezo a correr sin rumbo... En la vida diaria, por lo regular, cuando llueve se me mojan las calcetas, mi papá me regaña, y me da fiebre.

¡Qué cosas! Nada en la historia del abuelo se había vuelto realidad, y su "un día" permanecía en el futuro. No obstante la historia que ayer me había aburrido, hoy me daba mucho en que pensar...

-¡Eso es algo! ¿no abuelo? -le digo sacudiéndole el hombro, olvidando que estaba dormido. Abre los ojos un poco mareado y dice que si, por inercia, volviéndolos a cerrar segundos después.



sábado, julio 17, 2010

Desaliñada memoria

El vehículo automotor tenía dos volantes. ¡Dos! Y pareciese ser como si así fueran todos, pues mi hermano muy entusiasmado entró al carro y me pidió (ordenó) que lo llevara a insurgentes. ¿A insurgentes? ¿A qué?

-¿Porqué tan lejos? ¿no prefieres el naucalli? -le dije con un aire de burla. No respondió, se veía absorto en sus pensamientos. Con la ventana abajo veía hacia el infinito como ignorando mi presencia. ¿Y en que podría estar pensando? No lo sé... verán, el y yo no hablamos con frecuencia, la ultima vez que sostuvimos una conversación formal (o que lo intentamos) fue hace unos 14 años cuando me confesó que ya no le eran más extrañas a su persona las maneras de las mujeres... Así me lo dijo, así que imagínense el grado de confianza.

A la mitad del camino comencé a pensar en la bivolantés del carro y en lo difícil que era controlarlo. Los carros aledaños procuraban no acercarse a mi ya que en más de una ocasión estuve a punto de estamparme contra la copetona señora del camionetón de adelante. Repentinamente recordé un chiste que había visto en la tele, hablaba un tipo desaliñado en un escenario desaliñado, de los pleonasmos desaliñados del mexicano (desaliñado, ¿qué es eso? : "Ay el mexicano y sus pleonasmos, que sube pa'rriba, que baja pa'bajo, que salte pa'fuera, que vieja babosa (carcajadas y risotadas de la audiencia, y mías y de mi papá). Solté una risa discreta reprimida instantáneamente, a la que mi hermano no reaccionó, así que me concentré de nuevo en maniobrar el extraño carro bivolante. Digo, si le hubiera contado el chiste, me arriesgaba a dos posibles reacciones (calma, no derivan en otras dos y otras dos y otras dos ........): La primera, que se riese y siguiera viendo al infinito, como si a una voz dentro de su cabeza se le hubiera ocurrido. La segunda, que empezara a hablar disgustado acerca de lo que el machismo ha provocado en la sociedad moderna, del posmodernista indiferente a todo, de la teoría de fulano y del idiota de mengano. Contemplando las posibilidades, preferí guardarme el chascarrillo.

Antes de llegar a insurgentes me sentí liberado al darme cuenta de que solo había sido otro sueño más. Afortunadamente tenía 14 años, mi hermano 15, y por supuesto no sabía manejar ya que no teníamos carro. No era necesario, no en nuestra tierra.

Un nuevo día me daba la bienvenida, ¡qué agradable estar de vuelta en Arumbaro! Bendita realidad.

viernes, julio 02, 2010

Viaje a la semilla.


"Pensaba en los misterios de la letra escrita; en esas hebras negras que se enlazan y desenlazan sobre anchas hojas afiligranadas de balanzas enlazando y desenlazando compromisos, juramentos, testimonios, aclaraciones, apellidos, títulos, fechas, árboles y piedras; maraña de hilos sacada del tintero en que se enredan las piernas del hombre vedándole caminos desestimados por la ley, cordón al cuello que apretaba su sordina al percibir el sonido temible de las palabras en libertad. Su firma lo había traicionado, yendo a complicarse en nudo y enredos de legajos. Atado por ella, el hombre de carne se hacia hombre de papel" Viaje a la semilla, Alejo Carpentier.

miércoles, junio 23, 2010

Territorio Comanche

"Nos pasamos la vida creyendo que nuestros esfuerzos, nuestro trabajo, lo que conseguimos a cambio de todo eso, son definitivos, estables. Creemos que van a durar; que nosotros vamos a durar. Y un día el cielo nos cae sobre la cabeza. Nada es tan frágil como lo que tienes , se dijo. Y lo más frágil que tienes es la vida." Pérez Reverte, Territorio Comanche, marzo 1999.

sábado, junio 19, 2010

Guerra.

Esta vez me encontraba en el campo de batalla, entre disparos y explosiones, gritos de agonía y de inocencia; en medio de la ciudad destruida por el persistente ataque extranjero. La discordante sinfonía de la guerra.

Muchas cosas cruzaban mi mente, tantas al mismo tiempo que no podía concentrarme en ninguna, dudaba incluso si la causa por la que luchaba era la correcta, por más obvia que pareciera. Esto era definitivamente una guerra civil. No podía no luchar por mi causa, o esa que creía mía.

Vestía de soldado, verde terrenal. Quizá no sepa manejar un arma, ni ubicar coordenadas con precisión, quizá no sea muy disciplinado; Vaya, quizá no pueda ni siquiera bañarme con agua fría, pero soy soldado, en un contexto diferente. No busco matar ni dominar ni poseer, sencillamente me alisto para un cambio. Y bien, sostenía un fusil entre mis manos. El arma para lograr mi cometido.

Intentábamos refugiarnos del fuego enemigo atrás de una gran roca, mis 4 camaradas y yo. Detrás de lo imperecedero buscábamos protección. Ahí encontrábamos alivio. Hay cosas difíciles de perturbar, de profanar, cosas sin forma ni cuerpo más resistentes que cualquier objeto sobre la faz de la tierra. Ahí detrás nos resguardábamos.

La guerra no concluyó. Y es de suponerse. Sigo en guerra como sigo de viaje.

viernes, junio 18, 2010

El Vuelo

El aeropuerto estaba sereno como nunca lo había conocido. Me traía a este lugar la necesidad de recoger mi pasaporte, requerido para emprender el vuelo que sentía cada vez más cercano. En fin... ahora lo tenía. Pensaba en lo fácil que había sido al comenzar el regreso a casa, sin imaginar lo que me esperaba.

Todo comienza cuando, mientras caminaba por la calle, una camioneta negra se detuvo a mi lado; un transporte desconocido, un atajo a mi destino. Al bajar el vidrio vi un rostro realmente hermoso, de mujer por supuesto. Rápidamente: cabello negro, lacio; ojos redondos y saltones, cafés como los míos; facciones finas y una presencia realmente sofisticada. Deberías ser muy estúpido para aceptar un aventón de un perfecto desconocido, pero doblemente estúpido si el perfecto desconocido es la belleza personificada. Acepté.

Se ofreció a llevarme hasta la escuela, a lo que accedí sin reparo. Estudiaba turismo, sexto semestre y estaba haciendo sus prácticas en el aeropuerto. Menuda casualidad: sin ser una experta en viajes, definitivamente sabía más que yo, que desconocía las tres preguntas básicas: A donde, cuándo y porqué. Aparentaba conocerme, lo que yo por supuesto sabía imposible. Todo siguió con una familiaridad inexplicable, como si la chica se dedicara a recoger gente y hacerla sentir cómoda mientras la llevaba de un lado a otro.

Al llegar a la escuela me percaté de que algo no encajaba, o que no podía encajar mejor. Me encontraba en la primaria, mi primaria. Raro, pues no dudaba que era el lugar a donde iba. Esta joven casi licenciada me había conectado con mi pasado, justo antes de emprender el vuelo. Hay ciertas cosas que nunca olvidas y siempre añoras, ser libre, ser niño, una de ellas. El lugar era gris, cemento y piedra; me sentía como en casa.

Caminando un poco me encontré con mi buena, buenísima amiga Alma. Mi guía turística me acompañaba, y resultaron grandes conocidas. Era de suponerse: alguna vez modelaron juntas, aunque esta etapa parecía ser sólo un recuerdo para mi casi licenciada. Alma no dudó en invitarnos a su cuarto, arriba en la escuela. Subí esas escaleras en las que tantas veces me tropecé y vinimos a dar a un lugar de lo más extraño: Pequeñísimo, paredes rosa mexicano, y una angosta cama de un verde opaco; jamás había visto tanto erotismo entre cuatro paredes.

¿Que hacía el cuarto más lúgubre y erótico jamás conocido arriba de una escuela, de mi escuela primaria?

Alma y ella parecían divertirse en grande, se sacaban fotografías y reían al verlas, mientras yo las observaba con cierto placer sentado en un pequeño sillón, hasta que recordó que tenía que estar de vuelta en el aeropuerto dentro de poco tiempo. Me pidió que la acompañará, acepté amablemente. Quizá era hora de que mi vuelo saliera.

Una vez en el aeropuerto pude distinguir por su vestuario a sus compañeros de prácticas, y entre ellos, una amiga mía que me saludó emocionada, con esto me distraje y la perdí de vista, supuse que había comenzado sus labores escolares. Subí a tomar algo a la cafetería, y me encontré con varios amigos, buenos amigos. Atrás de mi pude ver a un sujeto gordo, alto y malandrín. Procuré no prestarle atención. En medio de mis conversaciones el tipo me aventó una tapadera de whiskey Jack Daniels, lo ignoré las primeras 7 veces, sin embargo me sacó de mis casillas y lo amenacé, acto seguido rió y se me abalanzó. Mis amigos intentaron ayudarme pero no fueron suficiente, nos apaleaba a todos con relativa facilidad. En el forcejeo con un amigo pude divisar que el malandrín tenía un revolver, no pude preocuparme pues inmediatamente cayó este amigo por la ventana.

Corrí a socorrerlo. Oí un disparo pero no me alarmé. Afortunadamente quedó mi amigo colgando de un balcón. Después de un rato logré subirlo, y en ese momento pasó un piloto, con un bigote canoso cojeando y gritando "¡Ese pinche loco mi disparó!". Sin embargo se veía bien, puesto de que caminaba y parecía decidido a emprender su vuelo.

Comprendí que ese pinche loco no me detendría. Faltaba poco para que saliera mi vuelo. En realidad no les se decir a donde, ni cuando. No busqué a la muchacha, pues sabía que cuando necesitara un guía, me ofrecería un sensual aventón. Y que cuando el malandrín intentara dominarme, mi paciencia, mi inteligencia, mi astucia; mis amigos, serían más grandes.

jueves, junio 10, 2010

Girasoles


La niña corría por todas partes en el jardín, destilaba un júbilo hermoso: su papá le había regalado su vieja cámara fotográfica, no sin antes decirle que tuviera mucho cuidado en su aventura.

La niña salió de la casa sin poder disimular su felicidad, era lo que desde hace mucho había deseado, ese viejo armatoste que su padre cuidaba con tanto empeño. Su plan estaba formulado, iría al campo de girasoles: Le fascinaban los girasoles, pasaba horas y horas mirándolos: era, "en todo el planeta", su lugar favorito. Si quería leer, si quería dormir, comer, cantar, bailar; siempre lo hacía en su campo de girasoles, era un lugar mágico para ella, lleno de recuerdos y experiencias de su corta vida.

Así que comenzó con su sesión, cualquiera hubiera dicho que su plan era fotografiar todos y cada uno de los girasoles del campo, parecía que nunca terminaría su faena. La resolana le empezó a dar jaqueca así que decidió sentarse a descansar un poco. Justo antes de que dejara caer sus párpados vió un girasol que la dejó encantada, no era muy grande, era más bien pequeño; sus pétalos estaban todos perfectamente bien peinados, ni uno fuera de su lugar, y el centro era tan perfecto que parecía tener un gran y único filamento café.

Inmediatamente desenfundó su cámara y se arrodilló frente a la flor, comenzó a mirarla a través del lente, sumamente concentrada. Le preocupaba demasiado obtener la mejor foto posible de este bello ejemplar. Pasaban los minutos y no se decidía, hasta que repentinamente intentó presionar el botón, sin embargo alguien ya lo había apretado.

Pasaron las horas y no llegaba a su hogar, su papá se preocupo y decidió ir en su búsqueda, sabía en donde estaría así que no dudó en emprender el camino. Al llegar al campo sólo encontró su vieja cámara, y comenzó a llorar. Días transcurrieron y no perdía la esperanza, incluso reveló el rollo para intentar encontrar alguna pista de el paradero de su pequeña, sin embargo el rollo contenía una única foto:



La impaciente felicidad de su niña en la foto lo conmovió por un instante, seguido por un llanto doloroso. Comprendió que no la encontraría, o más bien, comprendió que ya la había hallado.

lunes, junio 07, 2010

Desde aquí







Que bien te ves desde aquí arriba...

lunes, mayo 24, 2010

Mi pareja.

No quería creerlo, no podía ser posible, no lo comprendía... Confusión, tristeza, depresión. Había perdido a mi pareja.

Cuando llegué a esta conclusión tenía ya horas buscándola. Era un día normal, un domingo, y como lo hacíamos tradicionalmente (excepto ese domingo que no hubo luz) nos encontrábamos nadando felices, dando bruscos y mecánicos giros a los que ya nos habíamos acostumbrado, en la lavadora de la ropa blanca. Todo marchaba con regularidad hasta que la perdí de vista. Traté de conservar la calma... finalmente ¿a dónde podría haber ido? Pasaron los minutos, la llegada del jabón, el primer enjuague, el segundo, el tercero, y nada...

Traté de no pensar en ello, de no ser celoso y exagerado, y empecé a divagar .Para serles sincero esta situación de que no podamos nadar los blancos, negros y coloridos juntos siempre me ha parecido un poco discriminadora; siempre he tenido buenos amigos de color; no importa que sean diferentes a mi, que se pierdan en la noche y que engañen a la gente aparentando que están secos... finalmente son buenos tipos.

Salimos al tendedero y aún no la ubicaba. ¡Ni siquiera podía estirarme y gozar del sol secador tranquilamente! Me asomaba, me columpiaba para ampliar mi rango de visión, y nada que la veía. Buscaba entre todos los rostros ese de mi dulce amor, y todo parecía ser en vano.

¡No tienen idea de cómo amaba yo a mi pareja! Desde que la conocí en la fábrica supe que eramos el uno para el otro, ¡desde que era hilos sabía que mi destino era estar con ella! No... no comprenden mi dolor. Y aquí va lo peor.

Una vez en el sillón junto con toda la gente, me comenzaba a resignar sintiendo una tormentosa aflicción. Muchas preguntas rondaban mi mente, cuando unos pasos agitados subiendo la escalera me llenaron de ilusión. Tenía la esperanza de que fuera Marco, de que corriera emocionado hacia mi con mi amor colgando de su mano y me dijera "¡Para de llorar! alza el talón, la he encontrado" pero lo que vi fue espantoso...

Ella... se había convertido en un monstruo. Estaba irreconocible pero yo... yo sabía quien era.



miércoles, mayo 12, 2010

Era ella





DESPUÉS de un corto lapso de separación estaba ella, como si el tiempo no hubiera transcurrido, tocando a mi puerta. Con su cabello rizo, enmarañado y negro, o lacio, perfectamente bien peinado y con un tono castaño, suave y tierno. Sus ojos azules, a veces grises, cafés o incluso negros... sus labios curiosos que siempre me inspiraron ternura, labios ardientes que me provocaban; Sencilla y dócil; complicada y astuta. Siempre inteligente. Era ella, la misma... no me cabía la menor duda.

lunes, mayo 10, 2010

Poema 15


Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.

Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.

Me gustas cuando callas y estás como distante,
y estás como quejándote, mariposa en arrullo,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.

Déjame que te hable también con tu silencio,
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.

Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.

Pablo Neruda

jueves, mayo 06, 2010

Der Knopf

Somnoliento y casi inconsciente Rodolfo comenzó a retorcerse dentro de la cama, después de cuatro intentos logró abrir los ojos y se sacudió bruscamente. Pronto se enderezó, aun sobre su cama, esperando el desayuno, para lo que simplemente presionó el botón. De la pared creció el comedor de Rodolfo, que pronto lo envolvió cómodamente. Al ver el desayuno lo reprobó con un gesto de asco, presionó el botón y su comida cambió de forma al mismo tiempo que su cara cambió el gesto de repulsión por una macabra sonrisa. Al terminar dejó caer su dedo gordo y grasoso sobre el botón, de manera que todo lo relacionado al desayuno súbitamente desapareció.

Procedió a vestirse, para esto, se paró en la banda al pie de su cama y apretó el botón. En un abrir y cerrar de ojos, ya estaba dentro de su armario. Presionó el botón una vez más, dejó caer sus párpados, y justo antes de que se quedase dormido hizo su armario el sonido característico que le indicaba que estaba vestido, seguido de su traslado al sillón de la sala, donde solía recuperar el aliento y revitalizarse durmiendo un rato más.

Dádose cuenta de que ya era tarde, corrió al baño a prepararse: metió la cabeza en la peinadora y apretó el botón, abrió la boca y presionó el botón una vez más. Rodolfo estaba cansado, así que apretó el botón de nuevo, lo que desplegó una cómoda repisa que sostenía su cabeza en caso de que el sueño lo venciera, con la función secundaria de sacudirla gentilmente en caso de que el sueño se prolongara.

Nuestro muchacho se encontraba ya menos dormido, así que decidió comenzar sus labores escolares. El hecho de ver a Inés, una chica que le fascinaba, lo motivaba a apresurar su aseo personal. Sin titubear decidió irse, oprimió el botón y se encontró en el sillón de la sala una vez más, donde se desplegó una enorme pantalla con una vista panorámica del salón de clases. Había llegado temprano.

Para su desgracia Inés solía conectarse a la escuela justo a la hora en que lo hacía la maestra, era una chica muy puntual, así que a Rodolfo no le quedó otra más que esperarla.

La clase transcurrió lentamente, se llevó Rodolfo un par de descargas eléctricas: la primera por presionar ilegalmente el botón, ya que tenía mucho antojo de un poco de chocolate. Ante esta situación, que la maestra observaba en sus monitores, decidió ella también presionar el botón para así llamarle la atención con esos dolorosos toques que todos detestaban. Posteriormente el sueño venció -solo por unos segundos- a Rodolfo, el procedimiento fue el mismo.. Si la maestra hubiera podido freír a Rodolfo, les aseguro que lo hubiera hecho... no era el un muy brillante muchacho y como podrán ver solía interrumpir constantemente las clases.

Las clases habían terminado, Rodolfo había estado pensando mucho en proponerle una cita a Inés. Era ella una muchacha encantadora, tenía las mejillas llenas de pecas y la tez blanca que contrastaba con su negro cabello, sus ojos azules y profundos que sobresalían en alta definición provocaban la temblorina involuntaria a la hora de teclear en Rodolfo; por lo que calculaba era más o menos de su estatura, más bien flaca y de silueta bien definida.

Aprovechando los escasos minutos que ocupaba la maestra en recojer sus cosas, le mandó a Inés un mensaje instantáneo -supuestamente reservados para emergencias- en el que le confesaba su deseo por hacer algo en su compañía. Rodolfo observaba cuidadosamente la reacción de Inés, que fue una tierna sonrisa que bien podía ser un "Ah, Rodolfo, pequeño ingenuo" o un "Rodolfo, qué caballero" ; las cosas iban bien, le respondió secamente que a ella también le gustaría, no dejando ver si lo decía por compromiso o desde el corazón. A Rodolfo se le iluminó la mirada y rápidamente le comentó su plan, en el mensaje escribió: "Conéctate a las 4:30, habrá un torneo de UNO, seguro que la pasarás bien".

El sueño de Rodolfo de estar con Inés estaba cada vez más cerca de verse realizado, disimulaba su emoción por respeto a su persona; estaba listo para ver la reacción en Inés, de pronto, la pantalla comenzó a tener irregularidades y saltos en el tiempo, la desesperación lo comenzó a invadir. "¡No! ¡Ahora no, por favor no!" gritaba desesperadamente, la pantalla se tornaba más y más borrosa a cada segundo, hasta que el mayor temor de Rodolfo se volvió realidad:

"Conexión interrumpida, consulte a su proveedor"





sábado, mayo 01, 2010

Aquí-Ahora

Vete, me gustaría no necesitarte.
Disfrutaría más cada instante del instante,
y así todo sería como el fondo sé que es... Eterno.

Preocupaciones... Tendría muchas menos.
Cosas por hacer, infinitas.
Cosas que debí haber hecho, no habrían.

Soñar a la luz de la noche,
tan pura y estrellada como siempre.
Abrir los ojos bajo el cielo carmesí, perpetuo.

Libre, de algo que nunca fue.
De algo no solo intangente... inexistente.
¿Lo ves? Yo tampoco. ¿Lo sientes? No.

Aquí y allá, estaríamos todos.
Haciendo todo sin dejar de hacer.
Sólo habría un momento, invariable.

Aquí, Ahora. Eterno.


martes, abril 27, 2010

Calor de Apatzingán

Cuando me percaté ya estaba dentro de la foto que llevaba tanto tiempo observando... Mi padre tenía mi edad, mi abuelo era joven y apuesto. Tan viva la única imagen que aparecía en mi mente de él. Rostros jóvenes, llenos de alegría, libres de preocupaciones. ¡Qué fuerte que es la impresión de no pertenecer! Si antes creí alguna vez que no encajaba, no sabía lo que decía. Pensándolo bien, no era que en este lugar no encajara, más bien no existía.

El calor era fuerte, calor de Apatzingán. Ambos hablaban y reían, sin nunca perder respeto el uno por el otro. Respeto a un padre que te sacó de la miseria, que te dio una profesión, que bruscamente y de una manera incomparablemente dura te hizo madurar, a un padre que nunca dejó de luchar. Respeto del padre al hijo comprensivo, y nada más.

Por suerte estoy consciente de que mi vida es fácil, que lo tengo todo. Terco sería al quejarme y exigir. Me cuesta imaginar que mi comida fuera té de limón y galletas, compartidas entre mis ocho hermanos...

Con un caluroso abrazo concluye este reencuentro, mi padre regresaba a la capital, donde vivía desde hace ya varios años, y mi abuelo se quedaba, sacando adelante a otros cuantos... cuatro más.



lunes, abril 26, 2010

Tú a través de la T.V.

Detrás de la televisión hay una familia de curiosos seres intergalácticos que te observa en sus ratos libres... nada les causa tanta gracia como verte reír como idiota, ya saben, dicen que la risa se contagia, y con mayor razón, cuando alguien se ríe solo.

También les fascina cuando te quedas dormido, con la boca abierta, salivando. De pronto estás nadando en tu baba y llega tu mamá, que te intenta despertar con delicadeza y solo logra que te atragantes y te comiences a asfixiar temporalmente para que después haciendo gestos te vayas de mala gana a dormir...

Lo que más ven los pequeños es cuando, mientras duermes, comienzas a producir sonidos extravagantes, similares a los de una puerca dando a luz (o convulsionándose [o las dos simultáneamente] ). Bien sabemos que para hacer reír a un niño se necesita mucho menos que palabras.

Y las mujeres alienígenas... ¡Claro que les gusta reír! Así que te buscan mientras estás viendo "Lo que callamos las mujeres", ya sabes, Juanita es muy pobre, su mamá está enferma, su papá les pega mientras ve televisión (y nuestros amigos lo ven a él), su novio es bien jarioso (y pobre)... ¿que mas puede pasar? ¡Juanita está embarazada! ¡Oh dolor que me perforas el alma y me llenas de compasión! Y lloras y no puedes evitarlo... y le hablas a tu mamá para que llore contigo... y después llega la tía que fue al baño y se perdió el climax... y les pregunta que que pasó y la callan despectivamente... y todas lloran hasta que se acaban los créditos... ¿Qué mejor parodia que esa?

Ahora que si llegas a casa y primero te avientas unas buenas comedias, después le entras a unas novelitas; y ya para terminar por supuestísimo que le lloras a lo que callamos las mujeres... y cuando estás deshidratad@ duermes y posteriormente te interrumpen...

Te aseguro que eres el programa número 1, el más visto, para toda la familia. En todo el universo.

jueves, abril 22, 2010

Vereinheitlichung

Resaltaba la cruz de Cara Vaca en su cuello, perfectamente bien plasmada por el óleo. Sus ojos redondos y pardos cubiertos por un par de gafas, que podría decir sin reserva eran más grandes que su puño; barba añeja que fue alguna vez pelirroja, y que ahora los vestigios de la edad recubrían casi por completo. Tez blanca, marcada por los años.

Habían transcurrido casi dos horas desde que fijé mi mirada en el retrato, analizándolo de arriba a abajo, de derecha a izquierda; una y otra vez. Y aún no estaba satisfecho.

Veía en sus ojos la soledad acumulada, la carencia de infinidad de cosas, sus párpados caídos reflejaban la fatiga de la lucha; las gafas, el desgaste de las noches de insomnio. Y esa sonrisa ridículamente sincera, esa sonrisa me gritaba en la cara lo feliz que había sido, lo poco que le importaba todo lo anterior...

Desperté de este lapso de reflexión y al continuar mi camino, inmediatamente quedé atrapado otra vez.

Otro retrato, casi opuesto al anterior. No se podían ocultar los años, al igual que en la otra pintura, de este personaje. Sin embargo algo pasaba... me sustraje en mis pensamientos, era como si los años hubieran transcurrido de maneras distintas. El otro, percudido y maltratado; este, fresco y jovial (refiriéndome no al cuadro en si). La piel firme, dentro de lo que cabe, y limpia de vellosidades; mirada penetrante y orgullosa, como si sintiera mi presencia, como si presumiera de la buena vida. Cada detalle, cada expresión, daban otra perspectiva.

Y como en aquél viejo percudido la sonrisa se burlaba de todo el mundo, insinuando que se había salido con la suya, que lo que vez no es; en este viejo vigoroso sólo se burlaba de sí mismo, para intentar creer lo que la gente veía en él, para huir de su persona, de su realidad, de su interior, y adormilar la pena que lo ahogaba en todo momento...


Qué curioso... la cruz de Cara Vaca también adornaba su cuello.

martes, abril 20, 2010

The Bleeding

I remember when all the games began,
remember every little lie and every last goodbye.
Promises you broke, words you choked on
and I never walked away,
it's still a mystery to me,

Well I'm so empty
I'm better off without you and you're better off without me
Well you're so unclean

Paint the mirrors black to forget you.
I still picture your face and the way you used to taste
Roses in a glass, dead and wilted,
to you this all was nothing
Everything to you is nothing.

Well you're so filthy
I'm better off without you and you're better off without me
Well I'm so ugly
You're better off without me and I'm better off alone.

As wicked as you are, you're beautiful to me.
You're the darkest burning star, you're my perfect disease.


Fife Finger Dead Punch.

domingo, abril 11, 2010

¿Qué tanto?


Como si supieras qué recorre mi mente,
como si supieras qué me aflige.
Un libro y tú no son mas que un ente
calmando el suplicio que emerge.

Vacío, nunca antes percibido.
Retiro del pasado, nostalgia en lo vivido.
Desapego del ego estéril
dualista con el sueño, eterno.

Hacer de un millón uno,
y en ese uno comprender al millón.
Evocar un pasado impuro,
y hacer prudente la decisión.

Sentir y razonar, malinterpretados.
Actuar y demostrar, sobrevalorados.
Aparentar y sonreír. Cómodo.
Dar sin recibir, comprender sin esperar...
¿Qué tanto?

jueves, abril 08, 2010

Even the darkest parts.



He estado pensando mucho, demasiado,
It may just be the flow of life,
quizá más de lo que debería.
your eager seduction on my eyes.
y eventualmente se siente bien,
Now I follow your steps,
y el tiempo me comienza a caer bien.
from this window, as you walk.
Tanto que aprender: a no intentar enseñar.
I just love you more this way,
Tanto que enseñar: a no intentar aprender.
Even the darkest parts keep getting brighter.
Hasta las partes más obscuras siguen reluciendo más y más...

domingo, abril 04, 2010

Gente que sabe, Gente que miente.

Hay oficios que me causan conmoción al verlos. Gente con trabajos tan sobre valorados, tan nobles, que incluso son discriminados por ellos. La gente del camión de la basura, quien atiende una biblioteca, el señor de setenta años que ves limpiando el metro...

Si todos estudiaran una carrera ¿quién desempeñaría estas funciones?
¿Quién recogería la basura de tu casa?

Ese señor estudiaría dos años la "licenciatura en recopilación de desechos ambientales", y su sueldo no distaría mucho del de un cardiólogo.

Si hubiera una educación profunda, no intercambiaríamos dinero, intercambiaríamos favores.

Utópico... claro que sí.

Exposición "12 apóstoles, Vladimir Cora"


Gente que sabe, gente que miente,
alguno maligno, alguno decente.
Ellos se mofan, ellos resienten
ciegos o no, nunca conscientes.

Ella cuestiona si te hizo daño
y respondes que no, cubriendo el engaño,
Pensando dos veces la quieres de vuelta,
consciente en el fondo que no es la respuesta.

Gente que sabe, gente que miente,
vive la vida, siente en el alma.
Despojando al coherente
Que en tus adentros, injusticia derrama.

Abre la puerta, cierra los ojos.

viernes, abril 02, 2010

Caminante no hay camino...

Arnulfo


Caminante son tus huellas,
el camino y nada màs;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atràs
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en el mar.


Antonio Machado

domingo, marzo 28, 2010

-Julio, ¡levántate!, gritó una voz femenina.
 Al abrir los ojos me di cuenta que era Mariel, y antes de que pudiera exclamar palabra alguna, y viendo mi cara de asombro, dijo:
 
-Ya sé, ya sé. El viejo siempre exagera... pasa todo el tiempo.
 
Al intentar levantarme se empezó a tambalear, y con la mirada perdida cayó desmayada. Después del ruidoso estruendo de su caída, vinieron unos segundos de silencio. Recapacité, y la llevé inmediatamente con mi tío, quien se encargó de ella. 
Me contó que esto pasaba seguido, tenía cáncer desde hace 4 años, pero últimamente había empeorado. 
Me quedé acompañando a mi tía en lo que Toño iba a hacer unos quehaceres.
 
-Me imaginaba un poco distinto nuestro reencuentro, dijo entre risas, sé que te preguntas en donde están mis hermanos, la familia cercana, y que no comprendes porqué eres tu el que está aquí. Eso lo sabrás después, así que no te impacientes. Consigue unas botas y unas espuelas, te veo en el establo en quince minutos.
 
Muchas cosas pasaban por mi cabeza. Botas, espuelas, establo, ¿caballos? Estaba aterrado. Se había desmayado intentando levantarme ¿y quería montar a caballo? Estaba también confundido, en efecto, todas las preguntas que supuso que rondaban mi mente no me dejaban en paz. Me apresuré a ir por las botas, y después de una ligera perdida, llegué al establo.
 
.....................
 
Ya estaba ella montada en el caballo, cualquiera que desconociera la situación, le sería imposible adivinar lo que le pasaba. 
 
-Supongo que tu papá te enseñó a montar ¿no?
-Claro, sino no podría decir que soy un Navarro.
 
Ambos reímos, y comenzamos a cabalgar.
 
 
Comenzó a mostrarme toda la hacienda, y conocí la historia de la misma. Esta había sido dada a mi abuelo como regalo de bodas. En este lugar vivió hasta su muerte a partir de ese momento. Hicimos una pausa, y comenzó a hablar.
 
-Esta hacienda ha sido mi hogar por mucho tiempo, está en ella la filosofía de la vida, la cosecha de mango no es siempre buena, sin embargo el ganado, los viñedos y el maíz la compensan; ella es Kiara, si por ella fuera, estaría corriendo libre en las montañas, con otros caballos salvajes. Sin embargo me obedece, y yo me encargo de que viva bien, y así ella no es mi esclava sino mi compañera. Esa es mi relación con la hacienda; Mira los encinos, que abundan aquí. De ellos no obtengo nada material, bien podría talarlos, pero nada me produce semejante placer, que verlos bailar con el viento. Y así cada una de las cosas que vez aquí, analogan con la vida, todo lo que sé, lo sabe la hacienda, más nunca sabré todo lo que ella sabe.
 
La segunda conversación seria que tuve con mi tía, bastante más productiva que la primera. Quedé sorprendido por su profunda reflexión, sin embargo lo sabio de sus palabras no me correspondían. Era evidente que el tiempo se le acababa. Empezaba a conocer la profunda relación que tenía, no con la hacienda, sino con la vida. Era una persona analítica y profunda. 
Llegó la noche, y de vuelta en la casa cenamos pan y leche.
 
 
-Descansa bien, que mañana te espera un día duro.
-Descanse usted tía, que aunque parezca que no, lo necesita mucho.

Hay algo más.


Cierra los ojos, y sueña de verdad.
Olvídalo todo, aunque sea por un par de segundos.

Equilibrio, dualidad, dialéctica. Presentes en todo, hasta en la más mínima expresión de vida.

Hacienda Caracha.

jueves, marzo 25, 2010

Atala

Un sutil gesto de desapruebo terminó con mi esperanza. Atala había muerto, y yo renacido.

Nuestro último beso (el primero hacía mucho que lo había olvidado) y su única bofetada eran dos cosas que no me dejaban en paz. ¿Había yo tenido que ver con su deceso? Probablemente sí.

Atala no era mi mujer, ni mi amiga ni mi novia; quizá mi amante, pero no en el concepto moderno. Amante como la que ama, a todo en la vida por igual. Solía ser una persona alegre, despreocupada e ingenua hasta cierto punto. Una compañera de vida. Me complementaba, y al mismo tiempo me comprendía. Es por eso que toda la vida llevamos una relación superior.

Atala corría con los lobos, espíritu libre, dedicado al arte, nómada por excelencia. Apareciéndonos cada uno en los momentos en que debíamos, nunca tuve su teléfono, ni ella el mío, nunca le dí mi dirección, y ella nunca tuvo una por más de un mes. Y sin embargo sabíamos donde estábamos cuando nos necesitábamos.

Era martes, salí a caminar sin rumbo al llamado de Atala. Fue cuestión de minutos para que la hallara. Sin embargo hoy no brillaba como ayer. Hoy brillaba la tristeza. Era ahora un alma desolada, decepcionada... perdida. Y al verme rompió en llanto, sin poder decir que le pasaba yo lo sabía perfectamente, ese día la redescubrí. Esta fue la Atala de los siguientes cuatro años.

Pasó de vivir como una niña de veintisiete años a morir como una anciana de treintaiuno. Cuatro años de "madurez" le bastaron. ¿Y que podía esperar? Siempre fue una niña, imposible imaginarla viviendo en un mundo que no era el suyo, lo intentó, pero ya ni el arte, ni la música la motivaban.

Nuestro ultimo beso, el día en el que creció; un beso de una desconocida.
Su bofetada, ese mismo día, cuando le pregunté quien era.

Atala vivió en su mundo veintisiete años, desapareció de él y llegó al mundo de nadie, en donde la soledad la consumió. Se preguntó para qué vivir esta soledad, si al morir, viviría con todos.

Un espíritu libre, que superó el mundo de nadie y logró lo que pocos. Regresar a sí misma.

miércoles, marzo 24, 2010

Desarme



La lucha de la juventud consciente.

Cartel en la biblioteca de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán.

domingo, marzo 21, 2010

Un cigarro de libertad

Caminando por el sótano de este sitio tan obscurecido y abandonado, unos marcos de serigrafía captaron mi atención. En ellos se podía observar una propaganda anarquista agresiva, pero mas que agresiva desesperada.

De la nada salió este señor alto, elegante, portando un traje caro, y me dijo con un tono bastante tranquilo:

-¿Que ves muchacho?
-Nada señor, contesté.
-Me llamaron la atención los marcos de serigrafía, sólo pasaba con mi mamá, no se preocupe, enseguida me voy.

Volví la mirada a donde estaba mi madre, y súbitamente el panorama se tornó realmente bizarro. Ahora lo obscuro y abandonado del lugar era algo literal.

-¿Así esta mejor?

No supe qué contestar, un sentimiento de tranquilidad y confianza absoluta me invadió.

-Verás muchacho, este lugar nunca será lo que algún día fue, así como tu nunca volverás a ser el que algún día fuiste. No te alarmes, no te vas a convertir en una cucaracha, ni te va a salir un árbol del costado, es más, quizá mañana ni siquiera recuerdes esta conversación (que nunca tuvimos), te estoy hablando de cambio, y progreso, no de ti, de la vida.

Con la mirada perdida, y ansioso por decirme lo que quería, se comenzó a acercar a mí, lo que hizo que la tranquilidad se perpetuara.

-La gente habla, y eso es fácil, como tú bien lo sabes. Con ideas intentan enmascarar nuestra realidad. Esa es la historia de nuestro país, ¿qué no? ¡Yo estoy harto! y es por eso que platico contigo, para hartarte a ti un poco.

Rió murmurando, y sacó de su saco un cigarrillo, cuyo humo tenía un olor dulce, clavo me parece. Continuó.

-Llevo casi dos siglos desempeñando el mismo trabajo. Cuido esta puerta que ves aquí. En realidad no sé de que la cuido, al principió parecía algo muy serio, trabajaba bajo estrictas órdenes, siempre atento. Pero en realidad es un trabajo fácil, la mayor parte del tiempo permanece entreabierta, nunca hay quien la abra totalmente. Ha venido gente que parecería que tiene iniciativa, pero siempre, por el dilema de quién va a ver primero lo que hay del otro lado, terminan matándose como perros.

-Y bien... ¿qué hay del otro lado?
Le pregunté intrigado.

-Más puertas.
Contestó muy seriamente.

-Al abrir la primera, las demás se irán abriendo de par en par, fluyendo con gentileza. Cambio es lo que se requiere para abrirla. Pero un cambio real, no un cambio de injusticias, ni un cambio de caras, ni un cambio de empresas, ni un cambio de equipo, ni un cambio de colores, ni un cambio de edades, ni un cambio de opresión.......

Siguió dando ejemplos alterándose cada vez más. Juré que nunca acabaría, mi calma desapareció y empezó a contagiarme de rabia.

-¡Cállese!
Grité frustrado

-Bien ¡dígame que hay al final! ¡Dígame!

Acompañando el humo de su cigarro empezó a disolverse en el aire, riendo deliberadamente y sin control ante mi pregunta.

De pronto ya no estaba, ni el ni yo. Y alguien murmuró dentro de mi cabeza:

-Otra puerta. Y después, otra más.

martes, marzo 16, 2010

Preciso.




Estás conmigo, cantando una canción que dice que uno sólo conserva lo que no ata.
Y así es.

lunes, marzo 15, 2010

Del Laberinto de la Soledad: II

De cómo el mexicano vive en las apariencias, no sabemos como reaccionar ante una sonrisa, nos cuestionamos si es un gesto verdadero, porque probablemente si fuera nuestro gesto, no lo sería. Un machismo anticuado presente y persistente en la sociedad, un machismo hermético que impide que el mexicano se abra, porque de ser así, sería menos hombre.

En consecuencia, la mujer se subyuga y desvalora, se hace menos, la hacemos menos. De ahí la expresión “Rajarse”, rebajarse al nivel de una mujer.


“Simular”: El mexicano se excede en el disimulo de sus pasiones y sentimientos. “No propone, insinúa; no replica, rezonga; hasta cuando canta, si no estalla, lo hace entre dientes”. El mexicano “ningunea” con frecuencia, y así todos somos ninguno, y todos somos nadie, y ninguno está presente siempre.





domingo, marzo 14, 2010

sábado, marzo 13, 2010

Del Laberinto de la Soledad: I


El mayor problema del mexicano no es precisamente el sentirse inferior a otros, (aunque en lo personal considero que en mayor o menor proporción esto si es un factor), sino el sentirse solo, su soledad lo ha llevado a ser apático y a tener una terrible falta de iniciativa que se presta a la fácil manipulación.

Esta falta de iniciativa es menor en otras culturas, quizá como consecuencia de la ausencia de gobiernos dictatoriales como los que han habido no solo en México sino en gran parte de Latinoamérica, pero eso no importa, como en todo, lo que incumbe es el ahora.


"Ellos son crédulos, nosotros creyentes; aman los cuentos de hadas y las historias policíacas, nosotros los mitos y las leyendas. Los mexicanos mienten por fantasía, por desesperación, o para superar una verdad sórdida; ellos no mienten, pero sustituyen la verdad verdadera, que es siempre desagradable, por una verdad social. Los mexicanos son desconfiados, ellos abiertos; son activos, nosotros quietistas" (El laberinto de la Soledad, Octavio Paz. Comparando con los yanquis).

miércoles, marzo 10, 2010

Libre de Afuera.




En cambio, lo que el espíritu produce es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad, y dominio propio. Ninguna ley condena cosas como esas.

Libre de afuera, de todo, mas bien de nada, porque el todo permanece siempre aquí... adentro.

viernes, marzo 05, 2010

Uno no-tan-bueno

El buen humor y aparente gusto por el trabajo del conductor, ayudó a sofocar un poco el sentimiento de incomprensión y rencor hacia el aumento del gobierno en el pasaje mínimo de la combi. Subí adelante, más por comodidad que por otra cosa, con destino a mi casa.

Una vez en mi casa, la quietud y silencio de ésta me hizo recordar que toda la familia estaba en sus asuntos, por un lado mi mamá estaba haciendo acto de presencia en una comida, mi papá, trabajando como siempre, y mi hermano... abriendo el cadáver de algún vagabundo, o limpiando alguna infección en un señor despistado que se accidentó, bueno, me entienden.

Por mi parte yo, el más irresponsable de la familia (no porque carezca de éste sentido, sino porque carezco de las mismas), me encuentro semidesnudo en el sofá de la sala, buscando palabras bonitas y blandas para relatar el pésimo día que tuve hoy.

La prisa de la gente en la casa me irritó un poco mas que de costumbre, esto sumado a mi estado somnoliento a estas tempranas horas de la mañana ocasionó en mi un estado temporal de amnesia que me hizo olvidar algunas cosas que requeriría para mi día. Nada de vida o muerte, por suerte. Sin embargo esta extraña y molesta sensación me comenzaba a invadir.

Siguió el transcurso el día, ajetreado como todo viernes escolar, y mi estado anímico-mental estaba en una faceta que decaía con cada minuto que pasaba, sin saber con precisión el porqué, era simplemente un vacío repentino, y un sentimiento de no-identificación con el mundo que estaba pisando.

Durante el laboratorio de biología, en donde Winfield día con día hace de las suyas, noté un poco cabizbaja a esta tierna y cachetona adolescente de nombre Dalia, al sentirme egoistamente identificado con su estado, decidí preguntarle que le ocurría, a lo que contestó, juntando fuerzas para poder articular toda la oración, que su abuela estaba enferma, que padecía osteoporosis y llegaba al grado al que no podía moverse. Sus ojos se nublaron junto con los míos en una transmisión de pena instantánea.

Lo anterior me deprimió aún mas. Tenía la guardia baja, y vulnerable a la pena, hice de la suya mía. Solo una cosa era mas triste que la pena en sí: el hecho de que yo desconocía los orígenes de la misma.

No resistí mas, me escapé de la maestra de química, que ganas me faltaban muchas de verla, y decidí ocupar ese tiempo para relajarme un poco, me dirigí a un lugar discreto y comencé a tranquilizarme. Muchas cosas pasaban por mi cabeza en ese momento, sin embargo, a ninguna de las mismas podía adjudicar las sensaciones de las que era víctima en ese instante, nada coherente, nada como lo que le sucedía a mi amiga, solo tonterías pasaban por mi mente, tonterías sin importancia alguna, lo que me confundía y desgastaba mas y mas.

Me dispuse a leer un fragmento de las aventuras de Harry Heller, donde conoce a alguien que cautiva su atención y consigue hacerlo olvidar sus penas, por un instante, para después recuperarlas y recapacitar un poco. En realidad no comprendo como esto pudo ayudarme, pero lo hizo, quizá esta lecturita fue la mujer que robó mi atención por un instante, interrumpido por una semilla arrojada a mi cabeza por un compañero, para recordarme que era hora de continuar con el día.

Agradecería que esto pasara mas seguido, la gente suele olvidar todo lo que hay por delante, estancándose en algún punto, ya sea por miedo o por conformismo.

La mala racha continuó, sin dejarme hacer algo para detenerla, sin embargo mentiría si dijera que nada hubo bueno en este no-tan-buen-día, hay un pensamiento que siempre me anima, que si a algo no le ves sentido, no es porque sea malo, sino porque no lo has comprendido.

Las cosas que aparentan ser las mas simples, son siempre las mas complicadas. Hay muchas cosas en mi vida que aún no logro controlar, ni comprender. Pero siempre habrá otras que nunca dejaré de valorar.






jueves, marzo 04, 2010

C'est La Vie


La mañana terminó con el anhelo
y el ocaso lo hizo realidad.
Tal que un día sin recelo
comienza siempre sin terminar.

miércoles, marzo 03, 2010

Still


Do you want to be the lover of another undercover? Hell you could even be the man on the moon.

It just don't mean a thing.

You see it doesn't really matter when you're buried in disguise, by the dark glass on your eyes, though your flesh has crystallized.

You see I really have to tell you, that it all gets so intense, from my experience it just doesn't seem to make sense...

Still... You turn me on. Emerson Lake and Palmer.

martes, marzo 02, 2010

Del tiempo, y del no-actuar (otra más)


He sido, no solo espectador, sino victima del pasar del tiempo, y del cambiar de las cosas, cosas pequeñas, cosas sin importancia, y hechos trascendentales, de impacto global.

Y la gente cree que nada se puede hacer, que es inútil intentar. Y la realidad es que la gente es apática, desinteresada, e ignorante hoy en día, y seguimos dejando que hagan lo que quieran con nosotros, al cabo nada se puede hacer...

"El problema viene de arriba", lo escucho todo el tiempo, y tienen razón, pero el cambio está aquí abajo.

:)

lunes, marzo 01, 2010

Comprendo.


La felicidad genuina empieza en la cabeza, actuar por convicción y no por influencia. Traducir cada vivencia en experiencia, valorar cada capitulo de mi existencia.

sábado, febrero 27, 2010

Don't Speak. I Can Hear You.



Delighted by sour smile.
Allured by the way you blind my eyes.
Intrigued by the way you make me come alive.
Each and every stretch of time, you leave me... mesmerized.


jueves, febrero 25, 2010

Keep Up



Nunca dudes en cambiar de dirección si el camino se acabo.

Keep up

martes, febrero 23, 2010

Reflections from the realm of uncertainty.



His clothes are dirty but his hands are clean
And you're the best thing that he's ever seen.
..

viernes, febrero 19, 2010

Infinito


El mundo en una gota de agua... eso es.

"Vi todos los espejos del planeta, y ninguno me reflejó, vi un circulo de tierra seca en una vereda donde antes hubo un árbol, vi al mismo tiempo cada letra de cada página, vi la noche y el día contemporáneo, vi el engranaje del amor, y la modificación de la muerte. Vi el Aleph"

La infinidad confín del universo, la totalidad de lo nulo...

"En el Cábala, esa letra (griego, aleph) significa el En Soph, la ilimitada y pura divinidad; tiene la forma de un hombre que señala al cielo y la tierra, para indicar que el mundo inferior es el espejo y el mapa del superior."

El mundo en una gota de agua... eso es.

martes, febrero 16, 2010

De la fragilidad de la mente de Morfeo.

Alba, la mas grande decepción,
La más triste pena.
Intentando hacer alusión,
a aquello que desenfrena.

Alba, te pido por favor,
seas lo que seas,
¡sal de mi mente Alba!
toma lo que quieres, y vete.

No me molestes,
no juegues con mi mente,
que frágil, no es.

O eso quiero creer,
para protegerme de ti,
espera... no sólo de ti...
de todo.

Deja ya de aparecer en el espejo,
en el teléfono, en la ventana
siempre te dejo, enterrada junto a otras ideas
me canso de decirte que no eres sana.

¿Qué quieres de mi?
¿Te excita que te lo pregunte?
¿es que quieres corroer mi pensar?
¿es que no te es suficiente con verme temblar?

Estoy harto, desde siempre harto.
De ti, de Alicia, de Atala, de Altea,
¿Es tan difícil dejarme vivir?
¿Es tan divertido hacerme daño?

Es mía, tortúrame hasta agonizar
quítame aquello que mas atesoro
desenrolla mi mente, y busca pedazo por pedazo
pero te lo advierto...

Aún muerto, no la tendrás.




lunes, febrero 15, 2010

¡Dime Alicia!

Dime Alicia, ¿quién te crees?
para jugar con mi tiempo
y derrochar mis pensamientos,
mientras sonríes y crees que ves.

Dime Alicia, ¿que intentas?
¡deja ya de aparentar!
en tu mente, crees inconsciente
que el amar y el saber, nada tienen que ver.

Y yo difiero, todo el tiempo... difiero
una vez por tu cabello
y otra mas por tu pensar
una vez porque te quiero
y la última, porque nunca lo sabrás.

Dime Alicia, ¿a donde vas?
siempre en pasos frágiles,
eternamente deseando más.
Temiendo al orbe, no por lo que te pueda faltar,
sino consciente de lo que nunca podrás dar.

Dime Alicia, ¿qué esperas?
para separarte del mundo y comprender,
para entender el porqué de aprender,
Y para darte cuenta, que no espero nada de ti.

No soy nadie,
ni para ti, ni para nadie
solo para mi.

Y al final, Alicia,
todo lo sabrás,
y ya de nada te servirá.
Porque conocerás eso y más.

Voltearas al pasado con ojos de certidumbre,
confiada en que no pudo ser diferente,
y desconocerás a aquel que a ti,
consagro su futuro, su pasado, y su presente.





sábado, febrero 13, 2010

Sienta Cabeza: 06/12

La vida es la cosa más maravillosa que te pudo haber sucedido. Los motivos para vivirla con pasión son sencillamente innumerables. En cada una de las cosas, desde las mas sencillas a las mas complejas, hay una enseñanza, todo esta aquí por algo, y para algo.

Pero hay algo que sueles olvidar, para verdaderamente disfrutar la vida, has de aceptar todo lo que pasa en ella, has de sentar cabeza, pisar tu realidad, porque el tomar una decisión, aprender de ella, asumir las consecuencias, y disfrutar el producto de la misma, es una de las cosas más fascinantes de esta vida.

A todos nos gustaría poder hacerlo todo, complacer a todo el mundo, no decepcionar a nadie, siempre cumplir con las expectativas de los demás... sienta cabeza, no es posible.

La única expectativa que debes seguir, es la tuya, conócete, conoce tus limites, y poco a poco intenta acortarlos, siempre habrá espacio para progresar, es la naturaleza del hombre, siempre superarse.

Sin embargo intenta dominar el instinto, sienta cabeza, y termina con el egoísmo, tu ego es grande, y el mío también, la diferencia está en quien controla a quien, sublévalo, y ponlo en segundo plano.

Sienta cabeza. Despierta.

lunes, febrero 08, 2010

Ammar

¿Que les puedo decir de Ammar? Es un buen tipo, de sangre ligera, a veces pareciera que no se toma nada enserio, lo cual no me molesta en los mas mínimo. ¡De deportes ni le hables! Ammar dejó el béisbol muy atrás en la secundaria, cuando era un requisito para acreditar el año escolar.

Mi relación con el ha sido larga, nunca hemos perdido contacto, del todo. Recuerdo los días de prepa, donde más lo llegué a conocer, aunque estoy seguro de que nunca acabaré de hacerlo. El solía gustar de mirar el atardecer, y con una calma inigualable, olvidarse del mundo, sacar una hoja, y retratar con perfección lo que sus ojos veían. Decía que a eso se iba a dedicar, que "para que estudiar máquinas", que "ya había suficientes psicólogos que intentaban enseñar a la gente como pensar", que "ya no hacían falta mas políticos que intentaran (patéticamente) llevar al mundo a "un mejor nivel"...

"Pintar... sé hacerlo, me gusta, y a la gente le gusta. ¿Que más puedo pedir?."

Solía hacer bromas con ese tema, pero siempre supe que había nacido para eso, y que podría hacer otras cosas bien, pero ninguna como esa, no con ese placer, no con esa proyección que se ve pocas veces, sencillamente, no con el mismo amor.

Es el día en el que Ammar vive de lo que ama, y otros "viven" de lo que les produce, es un buen tipo... y alguien que siempre conservo muy cerca de mi.

jueves, febrero 04, 2010

Irremplazable.

He sido duro, lo sé. Quizá en ocasiones no lo que esperabas.

Se que he dicho cosas que probablemente te han lastimado. que podrían haber parecido descaradas, solo opiniones, nada más. Y tú lo sabes.

Sabes que me preocupas, sabes que me interesas, sabes que estoy convencido de lo que dije, y sabes que si no fuera así, no me hubiera molestado en decírtelo. No es lo que me hiciste ver, sino lo que no quisiste que viera, lo que me llevó a eso.


No hay de que disculparse, pero reconozco que olvide mencionarte algo.

Sabes escuchar, y no solo eso. De verdad te importa.

Se que te podría sonar ridículo, y puede ser que no estés consciente de esto, pero no conozco a otra persona que sepa hacerlo como tu.

En pocas palabras. Nadie se preocupa por mi, como tu. Y lo mejor es que no es porque sea yo, sino es algo que esta en ti. En verdad te preocupas por la gente, y siempre tienes algo bueno que decir, de verdad escuchas, no solo ves mis labios moverse.

Y esto es algo que valoro intensamente, porque es algo que no he encontrado en nadie mas, confío en que nunca te alejes de esta característica que entre otras te hace para mi, irreemplazable.





viernes, enero 29, 2010

Hoy.

No habrás vivido un dia perfecto si no has hecho algo por alguien que nunca sera capaz de devolvértelo.

lunes, enero 18, 2010

De la guerra y la paz 05/12

Vivimos en guerra. De guerra en guerra van pasando los años, las generaciones. Y la indiferencia nos invade; fantasma que comienza merodeándonos en la juventud y termina instalado en nuestras mentes, apropiado de las respuestas, mejor dicho, de las no-respuestas; porque la indiferencia es una no-emoción; muerte cerebral del asombro, la compasión y la indignación.

"Si en el decurso de los largos juegos el Sur humilla al Norte, el hoy gravitará sobre el ayer y los hombres de Lee serán vencedores en Gettysburg en los primeros días de julio de 1863 y la mano de Donne podrá dar fin a su poema sobre las transmigraciones de un alma y el viejo hidalgo Alonso Quijano conocerá el amor de Dulcinea y los ocho mil sajones de Hastings derrotarán a los normandos, como antes derrotaron a los noruegos, y Pitágoras no reconocerá en un pórtico de Argos el escudo que usó cuando era Euforbo."

Borges.

La guerra marca la historia. Da al mundo su fisonomía. Un rostro surcado por el horror y la decadencia.

“A lo sonoro llega la muerte"

como un zapato sin pie, como un traje sin hombre,
llega a golpear con un anillo sin piedra y sin dedo,
llega a gritar sin boca, sin lengua, sin garganta.

Neruda.

¿qué mal ha hecho el guerrero que pierde la vida? ¿por qué ha de padecer, sin ser culpable, las penas que otros merecen, habiendo ofrecido siempre gratos presentes a los dioses que habitan el anchuroso cielo?

Oídos sordos al clamor de los pueblos. Indiferencia, discursos altisonantes, palabrería envuelta en oropel.

La paz viene a nosotros como un remanso en medio de la tempestad.

En la paz los ojos miran el camino libre y los corazones vibran a la par que la naturaleza.

Es la paz la que nos permite volver los ojos al otro, y en él, encontrarnos a nosotros mismos.

Gracias, Nidia.